
En todas las épocas ha habido sustancias a las que se han atribuido propiedades afrodisiacas, es decir, sustancias capaces de aumentar el deseo y la capacidad sexual. Por ejemplo, el jengibre, el ginseng o la marihuana. Sin embargo, hasta ahora no se ha identificado ninguna sustancia que realmente tenga un efecto afrodisiaco. E incluso algunos productos, como la mosca española (un polvo elaborado a partir de cucarachas secas) han llegado a producir graves efectos secundarios e incluso la muerte.
De todas maneras, si una persona cree firmemente en los poderes afrodisiacos de un alimento u otra sustancia, lo más seguro es que acabe notando dicho efecto, pero sólo debido al poder de la sugestión, nunca a un efecto físico conocido.
Trzeba zabijać w sobie ukryty egoizm, a miłość będzie pełna. Tak uczy Martin Buber.
ResponderEliminar