
Lo que realmente sube el colesterol son las grasas saturadas, presentes en las carnes (sobre todo en el cordero), embutidos (aunque sean de pavo les añaden tocino de cerdo), lácteos (nata, mantequilla, queso curado, leche entera...), productos comerciales (bollería, comida precocinada...) porque hacen que nuestras células no puedan captar el colesterol que hay en la sangre y que el hígado fabrique aún más colesterol.
Este tipo de grasas hacen que se disparen los niveles de colesterol LDL (el malo). Mientras que las grasas insaturadas, como las que se encuentran en los productos de origen vegetal, como el aceite de oliva o los frutos secos, aumentan el colesterol bueno (el HDL) que ayuda a contrarrestar los efectos nocivos que tiene el colesterol malo sobre las arterias y el corazón. El ejercicio también eleva el colesterol bueno.
Un huevo de unos 60 g tiene aproximadamente 210 mg de colesterol (lo que se recomienda es no tomar más de 300 mg al día). A pesar de que tiene un contenido significativo de colesterol, como su perfil lipídico es bueno, puesto que tiene más ácidos grasos insaturados que saturados, y teniendo en cuenta que es un alimento muy valioso puesto que es uno de los más nutritivos y completos (y sólo tiene 85 kcal por huevo de 60 g), no se debería desterrar por completo de la dieta en caso de hipercolesterolemia, tan sólo limitarlo a un par de huevos a la semana.
Si no se tienen problemas de colesterol se podría tomar hasta un huevo al día porque lo que más influye es la genética de cada uno. A diferencia de las grasas saturadas, que no hay genética que nos proteja frente a ellas :S
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