
Las razones (sin validez alguna) que enumero abajo, han ganado fuerza debido a que se han repetido entre amigos, en internet y por los medios audiovisuales:
- Temes que los alimentos que se producen en los suelos de hoy en día están empobrecidos en nutrientes (una declaración muy común hecha por vendedores de suplementos).
- Te sientes cansado y tienes fe en que los suplementos pueden proporcionarte energía.
- Crees que los suplementos te van a ayudar a afrontar el estrés.
- Deseas que tus músculos crezcan más rápido o sin necesidad de realizar más ejercicio físico.
- Quieres prevenir o curar enfermedades "autodiagnósticadas".
- Esperas que un exceso de nutrientes te producirá misteriosas reacciones beneficiosas, pero desconocidas, en tu cuerpo.
Hay personas que nunca deberían tomar suplementos por su cuenta, y son aquellas que tengan problemas de riñón o de hígado (debido a que son más susceptibles a los tóxicos que muchas veces acompañan a estos productos); así como aquellas que estén medicándose (ya que ciertos nutrientes pueden interferir con su acción), y los fumadores (que deberían evitar productos con betacarotenos, ya que aunque antes se les recomendaba para disminuir el riesgo de sufrir cataratas, que en esta población es mayor, les puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de pulmón y de próstata). Las embarazadas, aunque deben suplementarse en ciertas vitaminas y minerales, no deben tomarlos por su cuenta ya que la vitamina A en exceso es teratogénica (produce malformaciones en el feto).
Aunque de modo general se debería evitar tomar suplementos, porque tan perjudicial es el déficit de nutrientes como el exceso, hay ciertas circunstancias en las que los suplementos sí que están recomendados y nos van a ser de gran utilidad tanto para prevenir como para tratar algunas enfermedades, o simplemente para optimizar el estado de salud. Pero recordad que si estáis interesados en tomar algún suplemento nutricional, siempre deberíais consultar primero con vuestro médico o nutricionista, y decirle por qué razones queréis tomarlo, y qué efecto esperáis que tenga en vosotros.
Llevo un tiempo tomando vitamina A porque según tengo entendido contribuye a subir las defensas.
ResponderEliminarDesde que llegué a Cambridge, he tenido varias recaídas y desde que lo tomo no me he vuelto a poner mala. Eso pienso que puede ser porque o bien tras más de 2 semanas de mocos, tos, inflamación y dolor de garganta he cogido anticuerpos (cosa que ha coincidido con la ingesta de vitaminas), o porque funciona, o porque es un factor psicológico y hace que funcione.
Soy un poco excéptica para estas cosas, pero es que ya no sabía qué hacer.
También estoy tomando caramelos con propóleo, que me dijeron que era muy bueno tomárselos incluso cuando no se padece de la carganta para prevenir infecciones o afonía.
Y también me hago infusiones con jengibre que he leído que es beneficioso para la garganta y además es expectorante, aunque sé que no se debe superar cierto límite diario porque puede ser tóxico según qué cantidades.
En fin, ¿qué opinas de tomar 1 cápsula de vitamina A y 2 caramelos de propóleo como máximo (a veces no los tomo) al día?
¿Crees que me aportan algo o que podría prescidir de ellos?
¿Eres partidaria de tomar infusiones de hierbas con relativa frecuencia para beneficiarme de sus propiedades? (Romero, tomillo, jengibre, manzanilla, hierbabuena, anís...)
;D
Perdona que no te haya contestado antes pero es que lo acabo de ver ahora por casualidad y no me había dado cuenta antes de que no te había respondido.
ResponderEliminarEs muy peligroso que tomes suplementos de vitamina A porque entre otros problemas graves que produce el exceso de esta vitamina, se encuentra que es teratogénica, es decir, que produce malformaciones en el feto. En general yo no aconsejo que uno se tome suplementos por su cuenta porque su exceso es tan perjudicial como su carencia, especialmente las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) porque son las que se acumulan en el cuerpo, mientras que las hidrosolubles, como se puede eliminar por la orina, no tienen tanto peligro, aunque tampoco se debería abusar de ellas.
Además, no hay ninguna evidencia científica de que la vitamina A pueda mejorarte las defensas, ni siquiera la vitamina C, que también es un mito que pueda ayudarte a prevenir resfriados.
Respecto a las infusiones, tampoco está probado que puedan ayudarte a mejorar las defensas, y sin embargo por muy naturales que sean sí que tienen cierto riesgo de toxicidad y de interactuar con medicamentos alterando su actividad.
El propóleo, al igual que la miel, el polen o la jalea real, no tienen ninguna propiedad especialmente beneficiosa para nuestra salud, es otra de la multitud de falacias nutricionales que hay.
El jenjibre contiene sustancias que pueden disminuir las náuseas y la inflamación. Hay indicios de que es eficaz para ayudar en caso de: náuseas y vómitos, mareos, dolor menstrual y artritis. Pero no se ha podido demostrar que sea beneficioso para la garganta y expectorante, así que no te lo tomes por estas últimas razones.
Aunque de la impresión de que estoy en contra de tomar cualquier remedio natural, sí que soy partidaria de tomar ciertas infusiones, como por ejemplo de anís o de hinojo para aliviar los gases, pero nunca podemos esperar que vayan a tener un resultado asombroso o "milagroso" y sobre todo tenemos que tener en cuenta que aunque sean naturales no están exentas de tener riesgo de toxicidad sobre todo porque no podemos controlar cuanta cantidad del principio activo estamos tomando.