jueves, 4 de octubre de 2012

Cómo prevenir infecciones alimentarias

Más de la mitad de las toxiinfecciones alimentarias (me refiero a las enfermedades que producen los alimentos que están en mal estado) se producen en el hogar por una incorrecta manipulación o por una conservación inadecuada de los alimentos. Aunque una de las épocas de mayor riesgo es el verano porque gracias al calor las bacterias se reproducen en cuestión de horas, conviene tomar precauciones siempre para evitar la presencia de microorganismos dañinos en el alimento, como la tan conocida Salmonella:
  • Lávate siempre las manos con agua y jabón antes de tocar los alimentos, y en lugar de secarte con un paño de cocina  utiliza papel desechable y úsalo una sola vez. Si utilizas un paño lávalo frecuentemente con agua caliente y un poco de lejía.
  • Limpia la superficie donde se van a preparar los alimentos, así como los utensilios que van a utilizarse.
  • No utilices la misma tabla para trocear alimentos crudos y cocinados (te recomiendo que tengas tablas de distintos colores para no confundirlas).
  • Evita el consumo de huevos, carnes o pescados crudos o poco hechos.
  • Evita las cremas y mayonesas caseras. Puedes utilizar huevo líquido pasteurizado.
  • Limpia los huevos inmediatamente antes de que se vayan a cocinar y no tomes los que están rotos (los que tienen fisuras en la cáscara).
  • Toma únicamente leche pasteurizada o uperizada.
  • Lava bien las frutas y si se duda de su procedencia pélalas.
  • Lava bien las verduras y pélalas cuando sea posible. Te aconsejo que las metas en agua con unas gotas de lejía durante unos 20 minutos.
  • No tomes alimentos que hayan sobrepasado su fecha de caducidad.
  • El embalaje de los alimentos debe estar intacto.
  • Cuando no estés seguro de si un alimento está malo, pasado o caducado, no hay que probarlo, es mejor tirarlo.
  • Las comidas calientes deben cocinarse a temperaturas superiores a los 100 °C
  • No dejes los alimentos que ya estén preparados a temperatura ambiente más de 2 horas. Sigue esta norma especialmente en los meses de calor pero también en invierno si tienes calefacción en tu casa. Déjalos enfriar y guárdalos en el frigorífico si no los vas a consumir de inmediato.
  • Las sobras de los platos preparados deben tirarse.
  • Sirve y prepara los platos inmediatamente antes de su consumo.
  • Los alimentos perecederos deben ponerse en el frigorífico tan pronto como sea posible.
  • Conserva las carnes y los pescados en el frigorífico (separados entre sí y aislados de otros alimentos).
  • A la hora de hacer la compra los productos congelados debe ser lo último que se coja, mételos en una bolsa térmica y mételos en el congelador lo antes que puedas para que no se rompa la cadena de frío.
  • Descongela siempre los alimentos dentro de la nevera o en el microondas.
  • No vuelvas a congelar un alimento que ha sido previamente descongelado.
  • Si vas a recalentar algo ya cocinado tiene que alcanzar una temperatura suficiente, sobre todo si se trata de carnes y pescados (70 º en el centro del alimento) para que se puedan destruir las bacterias patógenas que existan.
  • Cubre todos los alimentos con envoltorios de plástico o de papel.
  • Hay que vigilar especialmente los productos artesanales, ya que están sometidos a un menor control de calidad.
  • Mantén los animales domésticos fuera de la cocina.

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