
Los siguientes consejos te van a encaminar a conseguir un comportamiento alimentario óptimo que te ayudará a que pierdas esos kilos que te sobran:
- Decide el día de iniciación. Y luego sé consecuente con tu decisión y no lo aplaces más.
- Pésate al comenzar y anota el peso. Después sólo debes pesarte una vez por semana: el mismo día, en la misma báscula, a la misma hora y con la misma ropa (mejor si siempre es por la mañana en ayunas y después de haber ido al servicio).
- Bebe de 1'5 a 2 l de agua diariamente.
- Intenta adherirte al máximo a la dieta, pero si algún día has fallado, no te desanimes, sigue con la dieta como si ese exceso nunca hubiera ocurrido e intenta compensarlo haciendo más ejercicio.
- Piensa que un bombón es un momento en la boca y el resto de la vida en tu cintura.
- Cuando vayas a picar, bebe primero un vaso de agua o mejor tómate una infusión con edulcorante. Puedes tomarte una fruta o cualquier tipo de verdura como por ejemplo zanahorias o palitos de apio.
- Planifica tus compras para tener los alimentos necesarios en casa, y nunca vayas al supermercado con hambre, ya que eso va a hacer que escojas alimentos más calóricos.
- Mientras estés haciendo dieta no compres alimentos que te puedan tentar.
- Piensa en la nueva ropa que te podrás comprar esta temporada o en cualquier otra cosa que te motive. Haz una lista de tus motivaciones y ponla a la vista o quizás pegada al frigorífico.
- Ponte delante de un espejo analizando tu figura HONESTAMENTE. Piensa en las cosas que puedes mejorar con la dieta y el ejercicio físico, pero siendo realista y aceptando el tipo de cuerpo que te ha tocado. Presta también atención a lo que más te gusta de tu cuerpo y anímate porque eso es en lo que debes fijarte principalmente cada vez que pases por un espejo.
- Refuérza tu voluntad: Piensa después de cada comida "estoy satisfecho/a"
- Piensa: "a más ensaladas, menos michelines"
- Si te sales una vez de la dieta, no te desanimes, no abandones!!!
- Disfruta y celebra cada pequeña meta que hayas logrado. Pero no lo celebres con comida, ya que no somos perros para premiarnos con galletitas. Mejor vete de compras y obséquiate con algo bonito ;)
Me están sirviendo de mucho tus posts, Mayca. Sobre éste, quiero aportar mi granito de arena: a veces, cuando hacemos una dieta, debemos marcarnos nuestro objetivo. En ocasiones, un objetivo a largo plazo o de mantenimiento, nos sirve para estar más concienciados y más a gusto con la dieta.
ResponderEliminarPor ejemplo: hace años, cuando pesaba 80 kilos (sí, yo llegué a pesar 80 kilos), el endocrino me puso una dieta para rebajar peso por "necesidad"; y hay que decir que por mi metabolismo, me costaba más perder peso.
Ahora, por ejemplo, pierdo peso por una cuestión puramente estética: caber y sentirme bien en mi vestido de novia. El paso de los años, ha hecho que mi metabolismo sea más agradecido, y por cuestiones de salud, me han hecho replantearme de otro modo las dietas y las comidas (nada de fritos, nada de grasas, mucha verdura, fruta, carnes pobres en grasa...).
Aun así, si tenemos un objetivo que va de la mano con la dieta, siempre es más liviano llevarlo a cabo. Y la dieta no se nos hará tan cuesta arriba ;)
Has dado con la clave, ES FUNDAMENTAL ESTAR MOTIVADOS. Por eso yo siempre recomiendo escribir en una hoja todas las razones que te han llevado a querer perder peso, y hay que llevar siempre encima esa hojita para cuando flaquee la voluntad poder volver a leerla y así volver a motivarse.
EliminarOtra estrategia que funciona muy bien para mantenerse motivado es VISUALIZARSE A SÍ MISMO con el peso deseado. Quizás llevando en un acontecimiento importante el vestido que tanto te gusta y que ya no te cabe. En tu caso, Sakura, anticipar en tu mente lo guapa que vas a estar con tu vestido de novia es toda la motivación que necesitas ;)
Por cierto, ¡sigue así porque lo estás haciendo muy bien!
A mi cuando me da el ansia devoradora utilizo verduras crujiente como zanahorias o lechuga.
ResponderEliminarBien en forma de bastoncillos u hojas sueltas mojadas en un yogur natural desnatado sin edulcorar mezclado con una pizca de sal y otra de pimienta. O bien recién sacadas de un vaso con agua muy fría con limón, sal y un poquito de cayena, esta última un pelín picada.
Nos has dado dos excelentes consejos. Utilizar la salsa de yogur para acompañar las verduras, es uno de los mejores trucos para que éstas estén muy buenas sin tener que recurrir al aceite. Para que no te canses de la misma salsa de yogur, prueba a ir modificando sus ingredientes: como base láctea también puedes utilizar queso batido 0 %, que aunque está un poco más amargo, al igual que al yogur se le puede añadir un poco de edulcorante. Añade también un ácido como el limón o el vinagre. Y según el alimento al que se la vayas a añadir, puedes ir variando de especias aromáticas, como por ejemplo curry si vas a añadir esta salsa al pollo, o azafrán si es para el pescado, nuez moscada, orégano... Y por último si le añades un poco de mostaza le da un toque buenísimo ;)
ResponderEliminarTambién me ha gustado mucho el consejo de meter las zanahorias u otras verduras en un vaso con agua y limón, porque así se van a rehidratar. Por lo que viene muy bien para cuando se empiezan a poner pachuchas y tener mal aspecto. Y además si al agua le añades limón, la acidez va a impedir que la verdura se oscurezca.